Un amigo le decía a otro: ‘mira esa desgraciada familia, el hijo drogadicto, la hija borracha y el padre se acuesta con la madre’. Así, o muy parecida, es la noticia que el pasado domingo 15 y lunes 16 de febrero, ofreció en su portada, editorial incluida, el muy “serio y riguroso” diario EL PAÍS. Entre líneas presenta, en esta España plagada de escándalos, que un hecho normal y legal como si fuera un fraude o una inmoralidad desde un titular cargado de intención y juicio que prácticamente no hace falta seguir leyendo : "CCOO de Banca gastó 14 millones en comidas y viajes en cinco años. Se destinaron grandes partidas a restaurantes, hoteles y a organizar congresos.
Ya podríamos felicitar a este periódico, porque si su objetivo, como parece por razones que desconocemos, es perjudicar a este sindicato y por extensión al sindicalismo confederal, no hay ninguna duda de que lo ha conseguido con creces y con nota. Lo ha conseguido con su titular en la portada del domingo cuando dice "CC OO de banca pagó a sus delegados 3,7 millones en sobresueldos" aunque luego la noticia describa que son "complementos salariales" reflejados en su presupuesto y en los balances aprobados en los órganos de dirección y de auditoría, lo que nada tiene que ver con los miles delegados sindicales de esta Federación, ya que responden a criterios objetivos y medibles de las personas con responsabilidad en los órganos de dirección y con plena dedicación a su responsabilidad sindical.
La pregunta lógica que se hace cualquier persona que conozca la función y la actividad de un sindicato, al leer el titular de que COMFIA CCOO destina un gran parte de su presupuesto a viajes y a organizar reuniones y congresos, es: ¿Qué tiene de condenable que una organización sindical emplee sus recursos en su misión y función principal, que es atender y organizar a los trabajadores en todo el territorio que le es propio?, Y se pregunte ¿Qué tiene de malo que gaste la parte más importante de sus recursos, en actividad, y por esto, en celebrar encuentros, reuniones, seminarios, cursos, asambleas y congresos hasta en el último rincón de la geografía española? Siendo lógico, por no decir de cajón de madera de pino, que esta actividad precisa de muchos desplazamientos, como seguro que reflejan los planes de trabajo de esa organización. Y por ello, necesita realizar muchísimo gasto en billetes de tren, avión, autobús, mucho gasto en gasolina, alquiler de coches, parkings, autopistas, comidas, alquiler de salas y locales, etc, etc. La pregunta sigue siendo la misma ¿dónde está el problema?.
La pregunta es si lo que quiere insinuar este periódico cuando titula su portada que COMFIA CCOO se ha gastado en desplazamientos una media de 2,8 millones de euros al año es que juzga que es demasiado, y por ello lo califica como un lujo impropio de la actividad de un sindicato de clase, impropio de una organización como COMFIA CCOO o lo que quiere es levantar sospechas interesadas sobre la honestidad de los dirigentes de esta organización. Aunque esta Federación, como ha hecho, abra sus armarios y cajones como ninguna en este país y explique con detalle la razón y causa de ese esfuerzo económico y de medios para poder responder con eficacia a su función de representar y defender los intereses de los trabajadores y trabajadoras de sus sectores que como demuestran con su afiliación y su voto elección tras elección sindical.
EL PAÍS con su denuncia parece que nos quiere decir a sus lectores que son excesivos los esfuerzos y los gastos en viajes para una organización que tiene que promover y negociar decenas de convenios estatales de sector y con ello atender a sus respectivas comisiones negociadoras y comisiones paritarias y financiar sus respectivas reuniones mensuales o trimestrales.
Pero en el fondo, la pregunta, principal y determinante, que supongo que en las próximas semanas o meses nos podremos responder es: "para qué estos titulares" o “a qué intereses responden". El tiempo lo dirá. Como también el tiempo, la militancia sindical de miles de personas, el trabajo honrado, la ética y la decencia de los sindicalistas de CCOO de Banca conseguirán limpiar su nombre y sus siglas manchados por este ataque injusto.