El primer sindicato italiano, la
CGIL, presentó una iniciativa hace más de dos años
con el nombre de ‘Piano del Lavoro’ (Plan
por el Empleo), que resulta una potente ofensiva sindical, social y política.
Merece prestarle atención pues está siendo capaz de movilizar a una parte muy
importante de la sociedad italiana en torno a su objetivo principal, conseguir
aumentar el empleo y reducir la desigualdad a través de la innovación (1).
En torno a esta iniciativa están girando centenares de asambleas,
reuniones de trabajo, mesas de negociación y seminarios por todo lo ancho y
largo de este país, y en gran medida, se inscribe en la misma estrategia del
"Nuevo Plan Marshall" que hace ya varios años el sindicato alemán DGB
viene proponiendo, o el Plan Extraordinario de la
Unión Europea para
el crecimiento y el empleo que la
Confederación Europea Sindicatos
(CES) reitera que constituyen las políticas necesarias para remontar la crisis
crear empleo.
El ‘Piano del Lavoro’ responde al firme convencimiento de que en
Europa es necesario un New Deal que impulse el desarrollo y el empleo, pues no
serán las conocidas políticas de austeridad quienes nos ayudarán a salir de la
crisis, más bien lo contrario. Esta valiente iniciativa sindical recuerda, y en
parte se inspira, en aquella que con el mismo nombre ‘Piano del Lavoro’,
lanzó, al final de la
Segunda Guerra Mundial,
Di Vitorio, secretario general del sindicato CGIL, con el objetivo de
reconstruir el país y renovar sus infraestructuras (de la construcción, de las
eléctricas, carreteras, infraestructuras ferroviarias e hidrogeológicas etc.),
y volver a unir un país devastado.
No es exagerado afirmar que en algunos países vivimos situaciones
de clara emergencia, si atendemos a los niveles de desempleo y en especial al
desempleo juvenil. Este Plan es una iniciativa que adquiere especial valor en
unos tiempos tan necesitados de nuevas ideas e iniciativas capaces de innovar
la acción sindical y que en muchos aspectos puede ser una buena experiencia de
la que aprender.
La primera, es la importante movilización que está consiguiendo
implicar a amplios sectores de la sociedad italiana y a sus fuerzas económicas,
institucionales y sociales, creando centenares de mesas de diálogo y
negociación, generando ideas e iniciativas a poner en acción en los
diversos sectores productivos y en las empresas. Y que está impulsando el
diálogo social descentralizado en ayuntamientos, universidades, gobiernos regionales,
distritos industriales etc., dirigido a estudiar iniciativas y respuestas
centradas en la creación de empleo, a comprometer prioridades y esfuerzos
dirigidos hacia la innovación y el crecimiento económico.
La otra lección de esta potente iniciativa que es el ‘Piano del
Lavoro’, es su fuerza multiplicadora por haber conseguido articular en torno al
objetivo común de la innovación y el empleo, a diversos actores sociales,
políticos e institucionales. Una realidad muy difícil de conseguir en España,
donde la norma es la falta de coordinación entre nuestras instituciones y
administraciones públicas, y la constante ausencia de un eje vertebrador
a la hora de desarrollar y construir políticas industriales.
Nos enseña también lo importante y útil que puede llegar a ser un
referente común en torno al que articular las diversas iniciativas y propuestas
para las distintas mesas de diálogo y negociación, sean de negociación
colectiva en las empresas o sectores, sean con los gobiernos locales,
autonómicos y central, para garantizar que lo que se acuerda sume y se potencie
entre sí, y que las iniciativas y los esfuerzos se complementen como la única
forma de multiplicar los resultados.
El ‘Piano del Lavoro’ se propone ser un motor de
corresponsabilización social y participación de las fuerzas económicas,
institucionales y de investigación en los territorios, y es una buena
iniciativa, que nos recuerda, una vez más, que el trabajo es la verdadera
riqueza, y el desempleo la vergüenza de las naciones. Y que es urgente un
cambio de política en Europa porque necesitamos el tan reclamado Plan
Extraordinario para el crecimiento y el empleo para los millones de jóvenes sin
empleo.