En estos últimos días se ha generado un amplio debate en los medios de comunicación y en las redes sociales, con una avalancha de artículos y opiniones, unas a favor y otras en contra del empresario Amancio Ortega a partir del vídeo de celebración del 80 cumpleaños del empresario más rico de España y principal propietario de las acciones de la primera empresa mundial de la moda, Inditex. Han sido, cuanto menos llamativos, muchos de los argumentos y calificativos con los que se ha presentado al Sr. Ortega por sus detractores y defensores. Unos lo consideran como la máxima expresión del esclavismo del Siglo XXI y que su éxito está sustentado en la explotación de niñas cosiendo sus exitosas marcas. Otros lo ven como un héroe nacional, cuando no como un santo merecedor de beatificación.
Pero de toda la avalancha de opiniones y comentarios, las que resultan más llamativasson las de algunas personas públicas, como por ejemplo las del Sr Gabriel Rufián de ERC en su comentado twit del 29 de abril y aquellas otras que afirman, en un alarde de superioridad, que le daban pena esos miles de trabajadores y trabajadoras, “pobres ellos", que han participado en el vídeo de felicitación de cumpleaños, ya que entienden que han sido obligados a fingir ante la cámara la sonrisa de “ feliz cumpleaños”.
Mi pregunta es ¿qué piensan estas personas tan ilustres de los trabajadores y trabajadoras de Inditex? Deberían saber que éstas y éstos son gente normal, joven en su gran mayoría, posiblemente muchos de ellos contentos por tener un empleo en un país donde el 50% de los colegas de su edad están en el paro o con contratos basura. Que muchos están cabreados e insatisfechos con sus condiciones laborales. unos porque quisieran tener mejor salario, un ascenso más rápido, otros no trabajar los domingos y festivos en las tiendas o en los almacenes de logística y un larguísimo etcétera de quejas y satisfacciones, como en la mayoría de las empresas.
Pero gran parte de esos trabajadores y trabajadoras, la mayoría de los cuales han participado en la elección de sus representantes sindicales saben que tienen una rica negociación colectiva, con acuerdos y pactos y ,que algunos aspectos. son una buena referencia sindical. También saben, que ojalá la práctica de la mayoría de los sindicatos en las empresas multinacionales fuera como en Inditex a la hora de trabajar por la exigencia del respeto de los derechos laborales y humanos básicos en la cadena de producción en Bangladesh, Vietnam o Brasil. Algo que ha hecho que su empresa sea conocida como una de las más avanzadas por quienes trabajan y militan en el mundo de las organizaciones sindicales y de las ONGs de defensa de los derechos laborales en las cadenas de producción de las grandes marcas de la moda (1). Mejor, mucho mejor, que esas marcas tan loadas como puede ser Apple y la figura de su admirado fundador Steve Jobs.
Y en el caso del Sr. Rufián de ERC, quizás debería pensar que, aunque este empresario no sea catalán, ni uno de esos prohombres de nuestra industria catalana y de los cuales no pocos, a pesar de su nacionalismo, los podemos encontrar en las listas de defraudadores fiscales; o entre los que vendieron sus industrias, que en su día fueron punteras, a multinacionales. La realidad, es que Inditex es una de las primeras empresas también de Catalunya con: los cerca de 9.000 trabajadores, los 500 millones de euros de inversión en los últimos cinco años en la ampliación y creación de nuevas plantas logísticas y los 1.600 nuevos puestos de trabajo.
Por esto, feliz 80 aniversario Sr. Ortega, es usted un ciudadano más mientras pague religiosamente sus impuestos, invierta al máximo los beneficios, respete las leyes y los derechos de laborales. Y por ello no es un santo, pero que sea el español más rico y el empresario de la mayor empresa de moda del mundo con más de150.000 empleados directos tampoco lo convierte en un villano.