Joaquim Gonzalez
Muntadas
Ex Secretario
General de FITEQA CCOO
El próximo día 20 de febrero en Madrid las actuales Federaciones
de la
Confederación Sindical de
CCOO, FI y FITEQA, se fusionan para crear juntos la nueva federación sindical
INDUSTRIA CCOO, como hicieron el 16 de mayo de 2012 en Bruselas las tres
Federaciones Europeas del Metal, de la
Química-Minería y
del Textil-Piel y, un mes más tarde en Copenhague, las federaciones
internacionales de estos mismos sectores, crearon IndutriALL Global Union.
Los afiliados y afiliadas de FI y FITEQA y las personas que
conocen la actividad y los resultados de ambas organizaciones se pueden
preguntar por las razones de esta fusión, pues, tanto una como la otra,
ganan las elecciones sindicales, tienen uno de los porcentajes de afiliación
más elevados de CCOO, una economía saneada y disponen, cada una por separado,
de los recursos necesarios para atender bien su actividad.
La respuesta es muy simple: aspiran a ser mejores, más útiles en
los cambios que día a día vive el mundo del trabajo, la economía y, de manera
muy particular, la industria en el mundo, en Europa, y en España. Se fusionan
por la demanda y las exigencias de la globalización económica, las fusiones de
los grandes grupos industriales, la subcontratación de actividades y las nuevas
formas de organización de producción que han difuminado, incluso borrado, las
viejas fronteras sectoriales que dividían la industria según su especialización
y actividad, y a las que respondían la formas de organización del movimiento
sindical internacional y en nuestro país.
Las formas de gestión y organización de las empresas cambian
profundamente por la concentración y centralización en la toma de
decisión de las políticas empresariales, permitiendo a las empresas tener una
mayor fortaleza, lo que exige a las organizaciones sindicales la
construcción de respuestas comunes y coordinadas más allá del ámbito de
una empresa, un sector determinado o, incluso, más allá de las estrechas
fronteras de un país, para garantizar que la defensa de los derechos de
los trabajadores y trabajadoras de ambas federaciones sea eficaz.
Las dos Federaciones que se van a fusionar comparten diversos
sectores industriales. El energético, con valor estratégico para la propia
industria y la economía general del país. El automóvil, donde junto a las
empresas metalúrgicas intervienen las industrias del plástico, caucho, vidrio y
textil, por lo cual los trabajadores y trabajadoras de estos sectores tienen
los mismos problemas y dificultades, viven los mismos avances, y
necesitan participar y defender las mismas alternativas sindicales en el
conjunto del sector industrial.
De la misma forma, las dos Federaciones comparten numerosos
centros de trabajo en los complejos químicos, donde solo se distingue a
los trabajadores que pertenecen a la empresa principal o a las empresas de
servicio contratadas por el color de su ropa de trabajo, pero donde unos y
otros están vinculados por los mismos problemas o las mismas soluciones de
empleo, de salud y seguridad, de medio ambiente.
Ambas federaciones comparten numerosos Grupos Industriales
dirigidos con férrea unidad de gestión empresarial y donde la lógica sindical
requiere, tanto para negociar y pactar, como para combatir las políticas
laborales e industriales de la empresa, que la representación sindical se
organice y responda con idéntica unidad y con la fuerza sindical que
evite la dispersión organizativa.
El día 20 de Febrero de 2014 se fundirán diversos sectores
industriales que padecen las mismas necesidades y los mismos déficits. Se
fundirán realidades que exigen parecidas respuestas, que demandan nuevas
iniciativas acompañadas de la fuerza organizada de la afiliación en los centros
de trabajo. Sectores que padecen la crisis y que expresan el retroceso de la
industria en nuestro país, que exigen mayor presencia e intervención sindical
con nuevos y sólidos instrumentos de participación de los afiliados y los
trabajadores, que constituyan la fuente de propuestas e iniciativas sindicales
que permitan afrontar, en defensa de los intereses de los trabajadores, los
profundos y permanentes cambios que están viviendo las empresas industriales y
el mundo del trabajo.
La creación de esta nueva Federación es una buena noticia para
los trabajadores y trabajadoras de la industria. Su impulso se debería sentir
en el conjunto de afiliados y afiliadas y en los centenares de militantes,
para que sientan que ha nacido una nueva organización, y que su
compromiso y entusiasmo se irradie a los miles de centros de trabajo como base
imprescindible de la salida de la crisis y de la garantía de progreso social.
Es una buena noticia para el conjunto de CCOO y los trabajadores
de nuestro país. Y es también una extraordinaria oportunidad para adquirir
nuevos conocimientos y mirar el futuro con valentía, adquiriendo y renovando
conocimientos, esos que aportan la suma de diversidades y experiencias, y que
en este caso son dos federaciones que llevan consigo sectores productivos que
representan la base del movimiento sindical internacional, y lo más heroico de
la historia de la clase trabajadora, como son las luchas de los mineros o la de
las obreras del textil, que ha escrito los primeros renglones de muchos
derechos laborales, sociales y políticos que hoy toca defender y ampliar.
Felicidades CCOO por haber sabido tener más Industria y muchos
éxitos para INDUSTRIA CCOO, la clase trabajadora los necesita.