jueves, 22 de septiembre de 2016

Terceras elecciones o el extranjero perfecto

“Un viejo y enfermo camellero decide escribir su testamento, donde  reparte todos sus bienes entre sus tres hijos. Al primero decide dejarle la mitad de toda su riqueza; al mediano un cuarto, y al tercero un sexto. Cuando al cabo de unos días fallece y los hijos abren el testamento, ven que toda la riqueza que poseía el padre consistía en once camellos, a repartir en la proporción  que indicaba el testamento. Pero como once no es divisible entre dos, los tres hermanos comenzaron a discutir sobre la herencia: el hermano mayor exigía seis camellos y los otros dos hermanos también sus seis. Estuvieron discutiendo sin solución hasta que un extranjero que viajaba montado en su camello les preguntó la razón de su discusión. A gritos y enfadados le explicaron el dilema que había provocado el testamento de su padre. El extranjero sonriendo al conocer la situación, les dijo que él les daba su camello, y así tendrían doce camellos para poder repartir. Los tres hermanos aceptaron muy agradecidos y procedieron inmediatamente al reparto de la herencia. Los doce camellos divididos entre dos eran seis, que fueron para el hermano mayor. Doce dividido entre cuatro son tres, que fueron para el mediano. Y doce dividido entre seis son dos, los que le correspondían al pequeño.  Acabado el reparto y sumados los camellos de cada hermano, seis, más tres, más dos, vieron que precisamente eran los once que su padre les había dejado en herencia. Y además sobraba uno, precisamente el que había aportado el sabio extranjero, que se subió en él para seguir su viaje sin haber perdido nada”.

Esta maniobra en las técnicas de negociación se conoce como la del “extranjero perfecto”. Unas veces puede ser debida a un nuevo concepto, otras a la intervención en el juego de un nuevo actor que resuelve el bloqueo y facilita el acuerdo. Sea como fuere, en el bloqueo de la negociación para la creación del gobierno de España, sería útil la aparición de ese “extranjero perfecto”, ya que hasta ahora, solo estamos viendo líneas rojas, vetos y pocas propuestas y prioridades con las que estar a favor o en contra. Pocas propuestas sobre “el para qué” del gobierno que explique las razones y los “por qué” de la imposibilidad de un acuerdo con éste o aquel partido.

Y así, como los tres hermanos que eran incapaces de resolver el reparto de la herencia de su viejo padre, los tres partidos que se definen como portadores del cambio PSOE, Podemos y Ciudadanos son incapaces de encontrar la solución a la gobernabilidad de España. Incapaces de ir más allá de la retórica y el juego de las sombras chinas, mientras el electorado los contempla cada día con más escepticismo. La pregunta ¿quién hará de “extranjero perfecto” en esta negociación?. ¿Será Ciudadanos aportando sus votos para facilitar un gobierno de PSOE y Podemos?. ¿O Podemos aportará los suyos para facilitar lo que el pasado mes de marzo impidió, un gobierno de PSOE y Ciudadanos?. O al final, ¿acabará siendo el PSOE quien facilitará un gobierno del Partido Popular?. 

¿Quién será ese “extranjero perfecto” que facilitará que se resuelva este impasse en la gobernabilidad y evite las terceras elecciones?. En este caso, el “extranjero perfecto”, una vez ha puesto sus votos a disposición de una solución para salir de este bloqueo, ¿recuperará estos votos, como recuperó su camello el extranjero de la fábula cuando ayudó a resolver el dilema?.  O por el contrario, ¿pagará el alto coste de no parecer lo suficientemente radical en un país de machotes, de blanco o negro?. Tan machotes como lo hemos demostrado mil veces, pues si es necesario, a la hora de repartir la herencia y si nos tocan cinco camellos y medio, pues se corta uno por la mitad. Y aquí no ha pasado nada o igual sí que pasa. ¿Llegaran a un acuerdo o tendremos que ir a las terceras elecciones? Esperemos que no, porque sí que pasa.