domingo, 19 de abril de 2020

18 DE ABRIL, DOS SEMANAS DESPUÉS DE CERRAR LA VENTANA DEL HOSPITAL


Quim González Muntadas


Hola, amigas y amigos, han pasado dos semanas desde que salí del hospital y solo tengo buenas noticias. Esta mañana, por teléfono, el servicio sanitario me ha dado el alta médica. Rosa María ya hace 6 días que no tiene ni fiebre, ni síntomas de malestar. Así que, después de unas semanas muy especiales, hoy, en esta casa, cerramos la puerta al coronavirus y abrimos la ventana de la anhelada “normalidad”: ya podemos ir a tirar la basura y a comprar, ¡todo un lujo! Por esto repito: ¡joder, qué importante es la salud!. En esos instantes recuerdo el grito de guerra de mi madre cuando iba a trabajar a la fábrica textil, cosa que hizo hasta los 63 años: ¡salud i feina!

Aunque después de leer el artículo de John Carlin, en La Vanguardia del pasado viernes, tengo la moral por las nubes. En dicho artículo, con ironía, nos dice que los que hemos sido contagiados y hemos salido bien, en realidad nos ha tocado la lotería. Porque, si es cierto que ahora somos inmunes, seremos envidiados porque nos darán un carnet que nos dará la libertad para salir de casa, seremos los que podremos viajar, ir a los bares, los restaurantes y a los campos de fútbol. ¡Caray!, qué suerte, si es verdad.

Están siendo días de leer y de escuchar muchas opiniones sobre el futuro que nos espera. Días de preguntas y dudas sobre el mundo que vendrá tras este shock, que aún nos sigue pareciendo irreal, como si estuviéramos siendo protagonistas de una mala, por exagerada, serie de TV. Dudas de si volveremos a ser los mismos y si nuestras costumbres sociales cambiarán mucho, poco o nada. Si la crisis económica será una V, una U, o una L.

Preguntas sobre si al final se harán realidad las terribles previsiones que se anuncian para la economía española. Si sabremos responder con inteligencia y solidaridad, como nos exige la ocasión. Si los hombres de la Troika volverán a sacar del armario sus trajes negros. O, por el contrario, como afirma Ursula von der Leyen (presidenta de la UE), “Europa responderá y saldrá más fuerte de esta crisis, porque han sido las crisis las que le han hecho avanzar”.

Son días en los que hay mucho tiempo para pensar y, como suele ocurrir ante las grandes amenazas y catástrofes, se agitan las conciencias y se remueven algunas cuestiones que han quedado tapadas por el tran-trán de la cotidianidad. Dicen, que son momentos de nuevas preguntas e incluso de renovar viejas buenas intenciones, ¿será verdad?

Nadie sabe, si esta crisis despertará nuestros mejores valores y una conciencia transversal sobre la importancia de lo colectivo, que va mucho más allá de lo público, y cultivaremos la solidaridad porque sabemos que mucha gente va a sufrir.

Lo que sí sabemos es que sectores poderosos nos pondrán sobre la mesa y defenderán, con todas sus fuerzas, viejas recetas para afrontar la crisis, vestidas de un rigor científico “incontestable”, que buscarán que paguen las consecuencias los de siempre. Porque seguirán confundiendo las causas con las consecuencias. Como le sucede al científico de esta historia.

« Un investigador hizo el siguiente experimento:
Tomó una araña, le arrancó dos patas, la colocó sobre una mesa y se dirigió a ella y le dijo ¡araña anda! y la araña se puso a caminar sobre seis patas.
Luego le arrancó dos patas más, hizo la misma operación y la araña caminó sobre las cuatro patas restantes.
Decidido a obtener alguna conclusión, le arrancó tres patas más y dijo ¡araña anda! y la araña, con su sola pata, se puso en movimiento.
Finalmente le arrancó la última pata que le quedaba y gritó ¡araña anda!, pero la araña permaneció completamente inmóvil.
La conclusión del investigador fue esta:
Cuando a una araña se le arrancan las ocho patas, ésta se queda absolutamente sorda. »

Bueno, aquí acaban estas crónicas escritas desde el miedo, la esperanza y la alegría. He querido compartir con vosotros, amigos y amigas, algunas de mis preocupaciones, temores, dudas y preguntas. Lo que me ha ayudado mucho y que os agradezco vuestra atención y comentarios.

Gracias.

Un abrazo muy fuerte y cuidaros mucho.