miércoles, 24 de junio de 2015

El ´Piano del lavoro´, (CGIL) una experiencia de la que aprender

El primer sindicato italiano, la  CGIL, presentó una iniciativa hace más de dos años con el nombre de ‘Piano del Lavoro’ (Plan por el Empleo), que resulta una potente ofensiva sindical, social y política. Merece prestarle atención pues está siendo capaz de movilizar a una parte muy importante de la sociedad italiana en torno a su objetivo principal, conseguir aumentar el empleo y reducir la desigualdad a través de la innovación (1).

En torno a esta iniciativa están girando centenares de asambleas, reuniones de trabajo, mesas de negociación y seminarios por todo lo ancho y largo de este país, y en gran medida, se inscribe en la misma estrategia del "Nuevo Plan Marshall" que hace ya varios años el sindicato alemán DGB viene proponiendo, o el Plan Extraordinario de la Unión Europea para el crecimiento y el empleo que la Confederación Europea Sindicatos (CES) reitera que constituyen las políticas necesarias para remontar la crisis crear empleo.

El ‘Piano del Lavoro’ responde al firme convencimiento de que en Europa es necesario un New Deal que impulse el desarrollo y el empleo, pues no serán las conocidas políticas de austeridad quienes nos ayudarán a salir de la crisis, más bien lo contrario. Esta valiente iniciativa sindical recuerda, y en parte se inspira,  en aquella que con el mismo nombre ‘Piano del Lavoro’, lanzó, al final de la Segunda Guerra Mundial, Di Vitorio, secretario general del sindicato CGIL, con el objetivo de reconstruir el país y renovar sus infraestructuras (de la construcción, de las eléctricas, carreteras, infraestructuras ferroviarias e hidrogeológicas etc.), y volver a unir un país devastado. 

No es exagerado afirmar que en algunos países vivimos situaciones de clara emergencia, si atendemos a los niveles de desempleo y en especial al desempleo juvenil. Este Plan es una iniciativa que adquiere especial valor en unos tiempos tan necesitados de nuevas ideas e iniciativas capaces de innovar la acción sindical y que en muchos aspectos puede ser una buena experiencia de la que aprender. 

La primera, es la importante movilización que está consiguiendo implicar a amplios sectores de la sociedad italiana y a sus fuerzas económicas, institucionales y sociales, creando centenares de mesas de diálogo y negociación, generando ideas e iniciativas a poner en acción  en los diversos sectores productivos y en las empresas. Y que está impulsando el diálogo social descentralizado en ayuntamientos, universidades, gobiernos regionales, distritos industriales etc., dirigido a estudiar iniciativas y respuestas centradas en la creación de empleo, a comprometer prioridades y esfuerzos dirigidos hacia la innovación y el crecimiento económico.

La otra lección de esta potente iniciativa que es el ‘Piano del Lavoro’, es su fuerza multiplicadora por haber conseguido articular en torno al objetivo común de la innovación y el empleo, a diversos actores sociales, políticos e institucionales. Una realidad muy difícil de conseguir en España, donde la norma es la falta de coordinación entre nuestras instituciones y administraciones públicas, y la  constante ausencia de un eje vertebrador a la hora de desarrollar y construir políticas industriales. 

Nos enseña también lo importante y útil que puede llegar a ser un referente común en torno al que articular las diversas iniciativas y propuestas para las distintas mesas de diálogo y negociación, sean de negociación colectiva en las empresas o sectores, sean con los gobiernos  locales, autonómicos y central, para garantizar que lo que se acuerda sume y se potencie entre sí, y que las iniciativas y los esfuerzos se complementen como la única forma de multiplicar los resultados.

El ‘Piano del Lavoro’ se propone ser un motor de corresponsabilización social y participación de las fuerzas económicas, institucionales y de investigación en los territorios, y es una buena iniciativa, que nos recuerda, una vez más, que el trabajo es la verdadera riqueza, y el desempleo la vergüenza de las naciones. Y que es urgente un cambio de política en Europa porque necesitamos el tan reclamado Plan Extraordinario para el crecimiento y el empleo para los millones de jóvenes sin empleo. 



viernes, 12 de junio de 2015

12 de Junio, Día Mundial contra el trabajo infantil

"Ya no temo al patrón, él me teme a mí" (Iqbal Masih)


El 12 de Junio es el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, fecha en que la Organización Internacional de Trabajo (OIT) pone en primer plano la situación en la que viven y trabajan en el mundo más de 120 millones de niños y niñas de 5 a 14 años. En lugar de estudiar y jugar en la escuela y en los parques, fruto de la pobreza de sus padres, son explotados trabajando en condiciones inhumanas para obtener su sustento y el de sus familias. Niños sin infancia, que nos enseñan la cara más cruel del injusto reparto de la riqueza y  de una sociedad llena de desigualdades y conflictos, que obligan a centenares de miles de familias a huir de la inseguridad, física y económica. 

Este día Contra el Trabajo Infantil es una buena ocasión para recordar a Iqbal Masih, el niño pakistaní de 12 años que murió asesinado por los mercenarios pagados por los fabricantes de alfombras de ese país el 16 de abril de 1995, ahora hace 20 años. Iqbal Masih, cuando apenas tenía cinco años, fue vendido por su padre por 16 dólares a una fábrica de alfombras para poder pagar la boda de su hermano mayor. 

El Frente de Liberación del Trabajo Forzoso consiguió su libertad cuando Iqbal tenía diez años, y se convirtió en un activista y líder de otros miles de niños y niñas en la lucha contra la esclavitud. Fue el presidente de la sección infantil del Frente de Liberación del Trabajo Forzado de Pakistán (BLLFP), y muy pocas semanas antes de su asesinato, recibió el Premio Reebok de Derechos Humanos.

Ese niño, que de mayor quería ser abogado, luchó contra la esclavitud de unas condiciones de trabajo y de vida que él conocía bien por ser muy parecidas a las de otros miles de compañeros suyos, y su lucha no fue inútil. El alcance  mediático de su muerte y las fuertes movilizaciones de protesta en las calles de la India y Paquistán de niños descalzos, marcaron un antes y un después en la conciencia social mundial frente a la explotación infantil.

El conocido grito de Iqbal: "Ya no temo al patrón, él me teme a mí", resume el sentido de su lucha en la organización  de otros niños esclavos y su participación en campañas internacionales de apoyo. Una lucha que pocos meses después de su muerte se tradujo en nuevas y potentes iniciativas por todo el mundo contra la explotación infantil, como las amenazas de bloqueo de muchos países al comercio de objetos fabricados con trabajo infantil. Esto a su vez consiguió poner en marcha  proyectos de acción solidaria destinados a pagar a los padres pobres y ofrecerles otras alternativas que mandar a sus hijos pequeños a trabajar a las fábricas de alfombras, cristalería o ladrillos, minas etc.

Han sido muchos los avances que se han vivido en este campo, desde el asesinato, hace veinte años, de este joven luchador y sindicalista. Han  sido, y hay que decirlo bien alto, muy importantes los avances en la conciencia social y la lucha por erradicar una de las peores formas de explotación y abuso, que pone en peligro la salud, la seguridad y la educación, y que atenta a la más elemental  dignidad de las personas y  de toda la humanidad.

Queda mucho por hacer, empezando porque los Estados cumplan con las promesas que hacen en las convenciones y declaraciones internacionales, como dedicar mayor cantidad de recursos y atención a los planes de acción o incrementar el nivel de apoyo local, nacional e internacional para lograr una educación gratuita, obligatoria y adecuada a la que tengan acceso todos los niños y niñas. 


El Día Mundial Contra el Trabajo Infantil ha querido centrar el foco a exhortar a los Estados a respetar y hacer respetar las convenciones y leyes existentes sobre trabajo infantil y educación. Y en 2015 de manera muy especial, en conseguir una educación de calidad gratuita y obligatoria. En este día en el que la OIT  nos llama a la acción,  miremos hacia atrás para recordar, a los niños y niñas, hombres y mujeres, que desde diferentes frentes, sindical, social, económico, religioso o político, han luchado por impedir la explotación infantil. Y a ese niño héroe, que cuando tenía 12 años gritaba con razón: "Ya no temo al patrón, él me teme a mí" y  precisamente por eso, porque le tenían miedo, le asesinaron. 


martes, 9 de junio de 2015

El Celler de Can Roca, la fuerza de los valores para ser el número uno



Cuánta literatura, seminarios, conferencias y talleres para definir la misión y la visión de una empresa u organización. Cuántas presentaciones con citas de profesores de Harvard y power points con metáforas plagiadas para explicar los nuevos estilos de liderazgo o la innovación en la organización del trabajo. Cuántos libros de autoayuda en las estanterías que relacionan la importancia de generar compromiso con el éxito en las organizaciones. Cuántas declaraciones y discursos de cargos públicos sobre la prioridad de la formación permanente de los trabajadores o de convertir al ciudadano (cliente) en el centro de su razón de ser.

Sin ir más lejos, tenemos aquí, en Girona, uno de los mejores ejemplos de la excelencia en una organización como es El Celler de Can Roca. El mejor restaurante del mundo.

¿Qué explica esa excelencia y dónde están las razones y el secreto de su éxito? Si lo quieren saber lean el libro 'El Celler de Can Roca: generando valor en empresas de servicios', editado hace pocos meses por Librooks.

Lean el libro y conocerán un caso real en el que se muestra la importancia de saber valorar la tradición, como han hecho Jordi, Joan y Josep Roca. Cuidaron y respetaron el restaurante de sus padres: "no quisimos tocar el restaurante de nuestros padres por no originar un conflicto creando dos mundos que a la postre serían problemáticos". Comprobarán el valor de la humildad a la hora de construir la cooperación y la confianza con los proveedores como la mejor garantía de fiabilidad y calidad del producto.

El Celler de Can Roca es una experiencia real y cercana, un negocio tan material como es dar de comer a los demás. Enseña la importancia de invertir en innovación e investigación, con hechos tan reales como son las 12.000 horas dedicadas el pasado año. Nos muestra que la base de todo proceso de innovación es el inconformismo permanente. El inconformismo que permite promover el conocimiento interno y el intercambio de experiencias, activar el cuestionamiento de los  procesos y de los conocimientos adquiridos y provocar en la organización un estado de aprendizaje permanente.

Las razones que explican el éxito de este proyecto son muchas y profundas. Pero de todas ellas, la principal es el estilo de liderazgo y la gestión de las personas, que unido a un objetivo compartido constituyen  las bases imprescindibles que precisa todo Equipo de Alto Rendimiento. En algunas ocasiones, como en este caso, es tan simple como ser fiel a tus principios, tus orígenes y a lo que has aprendido de tus padres.

El liderazgo de los hermanos Roca conforma una dirección compartida por los tres desde la que afirman: "Tenemos la suerte de tomar las decisiones los tres y por unanimidad, tenemos que convencernos a nosotros mismos". Los tres opinan y colaboran en todo el proceso de generación de valor, a la vez que las responsabilidades están claramente determinadas: Joan en la cocina, Jordi a los postres y Josep en bodega.

Como en todo proyecto lo determinante para el resultado es cómo son tratadas las personas que lo componen y trabajan en él. Su éxito no se entendería sin su organización del trabajo y su gestión de las personas. Su excelencia no se entendería sin su arraigada filosofía de promover la participación de todos sus trabajadores más allá de la función o escalafón que cada cual tiene en la empresa.

Leyendo el libro de Carles Cabrera se entienden muy bien los porqués, las razones y el como una empresa familiar ha podido llegar a ser el número uno del mundo en su sector. Vemos como la razón principal, la que nos permite entender esta hazaña, la encontraremos en la fuerza que puede llegar a tener la visión y los valores en una empresa u organización.



Cuando esos valores, el ADN, como lo definen Jordi, Josep y Joan, son algo más que buenas palabras e intenciones. Cuando son valores compartidos, se obtienen resultados inalcanzables. Ya se definieron así hace 30 años en toda una declaración de principios: "Restaurante de estilo libre, de cocina en libertad, comprometida con la vanguardia, sin renunciar a la memoria de las diversas generaciones de antepasados de la familia dedicadas a dar de comer a la gente".